MISIONES DE CHIQUITOS
VIII FESTIVAL DE MÚSICA RENACENTISTA Y BARROCA
LA TEMPESTAD | SILVIA MÁRQUEZ CHULILLA, clave
APAC 2010 VOL. III | GRABACIÓN EN DIRECTO
Las antiguas misiones jesuíticas de Chiquitos en el departamento de Santa Cruz (1691- 1767) y las de Moxos en el departamento del Beni (1681-1767) constituyen unas de las principales riquezas del patrimonio cultural boliviano. Durante el proceso de restauración de los templos jesuíticos de estas misiones se descubrió una riqueza musical de gran magnitud: en Chiquitos 5.500 y en Moxos 7.000 hojas de música sacra escrita entre los siglos XVII y XVIII, tanto por músicos europeos como por los indígenas de la zona y que fue interpretada cotidianamente en estos pueblos hasta mediados del siglo XIX.
La Tempestad tuvo oportunidad de conocer toda esta riqueza participando junto a otros grupos en las ediciones VII y VIII del Festival, en 2008 y 2010.
CONTENIDO DEL CD
Johann Sebastian Bach, Suite II en Si menor BWV 1067
01. Overture
02. Rondeau
03. Sarabande
04. Boureé I y II
05. Polonoise
06. Menuett
07. Badinerie
NORDIC BRASS ENSEMBLE
Antonio de Cabezón
08. Diferencias sobre el canto Madama le demanda
Anónimo
09. Santa Curuzu
LA TEMPESTAD
Johan Christoph Friedrich Bach, Sonata en trío en Mi menor HW 7
10. Allegro Spiritoso
11. Andante
12. Allegretto
MUSICA FIORITA & CORO ARAKAENDAR
Giovanni Battista Bassani, Missa II Mo Domingo
13. Kyrie
14. Gloria
Johann Schop
15. Pavane lacrimae
SYNTAGMA MUSICUM
Cancionero Chilidugú o la evangelización jesuita en las tierras mapuche
16. Quiñe Dios
Juan Capistrano Coley, Divertimento 8
17. Andante molto
18. Allegro
VIOLETA CLUB
Anónimo
19. Ave Maria
CONTRAPORTADA
SOBRE LAS MISIONES DE CHIQUITOS (BOLIVIA)
Las antiguas misiones jesuíticas de Chiquitos en el departamento de Santa Cruz (1691- 1767) y las de Moxos en el departamento del Beni (1681-1767) constituyen unas de las principales riquezas del patrimonio cultural regional y nacional boliviano. Durante el proceso de restauración de los templos jesuíticos de estas misiones se descubrió una riqueza musical de gran magnitud: en Chiquitos 5.500 y en Moxos 7.000 hojas de música sacra escrita entre los siglos XVII y XVIII, tanto por músicos europeos como por los indígenas de la zona y que fue interpretada cotidianamente en estos pueblos hasta mediados del siglo XIX.
A este tesoro se suma la declaración de la UNESCO en 1990 que nombró a seis pueblos de Chiquitos como Patrimonio Cultural de la Humanidad como “pueblos vivos”, ya que a diferencia de otros antiguos pueblos jesuíticos que sólo quedan ruinas, en Chiquitos aun se conservan sus bellas iglesias, las partituras musicales, sus costumbres, vestimentas, fiestas, ceremonias, fabricación de instrumentos y muchos de ellos la tradición musical. Estos pueblos son San Xavier (distante a 240 km de Santa Cruz de la Sierra), Concepción (a 290 km), Santa Ana (520 km), San Rafael (550 km), San Miguel (515 km) y San José de Chiquitos (280 km), pero además están las otras misiones aunque no hayan sido incluidas en la declaración por la UNESCO son parte de este circuito e igualmente de extraordinarios atractivo; estas misiones son: San Ignacio de Velasco (460 Km), Santiago de chiquitos (a 420 km) y Santo Corazón (640 Km).
El Festival creado en 1996 por la Asociación Pro Arte y Cultura tuvo lugar en tres sedes: Santa Cruz de la Sierra, Concepción y San Xavier. Hoy en día llega a otros pueblos (más de tres mil kilómetros de recorrido) que fueron antiguas misiones jesuíticas de otras regiones del Departamento de Santa Cruz y el Beni como también misiones franciscanas y mercedarias del territorio cruceño. Este proyecto es único porque gira en torno a este patrimonio cultural vivo y dinámico de sus pueblos que mantienen vigentes sus tradiciones.
Para los músicos es como retroceder en la historia, un momento mágico por las connotaciones histórico-culturales. Muchas veces se interpreta música arreglada o creada por los mismos indígenas del lugar, por lo que la identificación cultural cumple un papel fundamental.
Aquellos primeros misioneros nunca pudieron imaginar la manera como los pueblos chiquitanos se apropiarían de aquellos instrumentos y de la música que acarreaban desde Europa, incorporándolos y adaptándolos a su propia cultura. Al extremo de que cuatro siglos después se puede decir que la Chiquitania (o Chiquitanía: se acentúa de las dos maneras) es una de las regiones más melómanas del mundo, donde la música barroca sigue tan viva y actual como en el siglo XVIII, matizada y coloreada de sabor local por unas comunidades cuya idiosincrasia concilia, de manera admirable, lo tradicional y lo moderno, lo artístico y lo práctico, el español y la lengua aborigen.
Mario Vargas Llosa (El País, 09/02/2014)
Artículo completo de Mario Vargas Llosa para El País: